La Ciudad del Vaticano es el Estado más pequeño del mundo y sólo ocupa 0,44 kilómetros cuadrados. Alberga a unos 1.000 residentes permanentes y a numerosos visitantes, que acuden a conocer las maravillas culturales y religiosas de la ciudad. La población está compuesta en su mayoría por sacerdotes, monjas y otros miembros del clero, así como por algunos laicos y miembros de la Guardia Suiza. La lengua oficial es el italiano, aunque también se hablan el latín y el francés.
La economía de la Ciudad del Vaticano se basa en gran medida en el turismo religioso, así como en las donaciones de los fieles. La Ciudad del Vaticano también tiene su propia moneda, llamada lira vaticana, y sus propios sellos de correos. Es autosuficiente en gran medida y su presupuesto depende de las donaciones.